EL PRADO NO IBA A SER UN MUSEO (PERO SE LE FUE DE LAS MANOS A LA MONARQUÍA)

Madrid, 1819, Calle Ruiz de Alarcón. En lo que hoy es la milla de oro del arte europeo, un edificio monumental se levanta como si supiera que su destino va a ser épico. Pero lo que pocos saben es que el Museo del Prado nació con vocación científica… y acabó convirtiéndose en una de las pinacotecas más importantes del planeta casi por accidente.

Fachada del Museo del Prado con estatua de Velázquez y el texto “El Prado no iba a ser un museo” sobreimpreso.
El edificio más icónico del arte español… que casi no fue museo.

Corría el año 1785. Carlos III —ese rey ilustrado con peluca y afán de modernidad— encargó al arquitecto Juan de Villanueva un edificio para albergar el Gabinete de Historia Natural, una especie de “macro-museo de ciencias” que mezclaba taxidermia con minerales y esqueletos.

Pero… plot twist.

En 1808 estalla la Guerra de Independencia. Las tropas napoleónicas destrozan media ciudad y el imponente edificio neoclásico de Villanueva queda abandonado, sin bichos ni vitrinas y Madrid lo olvida durante años…

Retrato clásico de Isabel de Braganza con vestido azul y banda roja, promotora del Museo del Prado.
La mujer que soñó con un museo y cambió la historia del arte en Madrid.

Isabel de Braganza: la reina sin selfie que se inventó el Prado

 
Aquí entra en escena una mujer infravalorada: María Isabel de Braganza. Reina consorte de Fernando VII, culta, curiosa y amante del arte. Fue ella quien dijo
“Este edificio está vacío. ¿Y si metemos los Velázquez de palacio y que la gente los vea?” Boom.
Así en 1819 nacía el Real Museo de Pintura y Escultura, germen del actual Museo del Prado.
Con 311 cuadros, solo de autores españoles. Nada de El Bosco ni Tiziano ni Rubens. Eso vino después.
👉 Dato curioso: la reina murió joven y ni siquiera llegó a ver la inauguración. Pero sin ella, el Prado no existiría.

¿Por qué un museo real acabó siendo del pueblo?

La colección inicial del museo no era pública por generosidad monárquica, sino por necesidad. Fernando VII tenía un reino desastroso, deudas por todas partes, y abrir un museo era una forma de ganar prestigio cultural con poco dinero. Y lo logró.
El Prado fue creciendo, sumando obras no solo de reyes sino también de conventos expropiados, mecenas, donaciones, y alguna compra maestra. Hoy cuenta con más de 35.000 piezas catalogadas, aunque solo una parte se expone.

Representación pictórica antigua del interior del Museo del Prado con visitantes del siglo XIX observando las obras.
El Prado también fue escenario de otras miradas, mucho antes de ser museo.

Lo que no sabías del Prado (y deberías contar en el hostel)

1.- No se llamó “Museo del Prado” hasta 1920. Antes fue Real Museo, Museo Nacional y otras versiones.

2.- Su primera guía oficial solo nombraba artistas españoles. Nacionalismo ilustrado en estado puro.

3.- Goya fue contemporáneo del museo. Murió en 1828, cuando el Prado apenas llevaba 9 años abierto.

4.- El edificio sigue siendo el mismo, ampliado y adaptado. El Villanueva original es el corazón del museo.

5.- Puedes entrar gratis todos los días al final de la tarde.

Fachada iluminada del Museo del Prado al anochecer, con personas paseando frente al edificio.
El Museo del Prado iluminado al anochecer, uno de los paseos más mágicos de Madrid.
Grupo de jóvenes haciéndose un selfie delante del cuadro “Las Meninas” de Velázquez en el Museo del Prado.
Un selfie, una obra maestra… y mil interpretaciones posibles.

El Prado hoy: templo del arte… y del postureo

Si vienes a Madrid y no pisas el Prado, estás haciendo el viaje a medias. Pero no te agobies: no hace falta verlo todo (ni entenderlo todo). Te dejamos un plan para gozar del museo sin morir en el intento:

🖼️ 3 salas que no te puedes perder:

Sala 12: Las Meninas. El cuadro que lo cambió todo.

Sala 32: El 3 de mayo de Goya. Goya en modo rage.

Sala 56B: El Jardín de las Delicias. El trip más loco de la historia del arte.

🕕 Horarios mágicos (gratis):
De lunes a sábado: 18h a 20h
Domingos y festivos: 17h a 19h

💡 Tip hostelero: Pilla picnic en el Retiro antes de entrar y haz tiempo en la Cuesta de Moyano. Libros de segunda mano + ambiente.

¿Sabías que el Museo del Prado tiene tantas obras que muchas no están expuestas por falta de espacio y se conservan con sumo cuidado, como si fueran oro en paño?

Durante la Guerra Civil, algunas de sus pinturas más valiosas fueron escondidas en Suiza para protegerlas de los bombardeos. Además, en ocasiones especiales, el museo abre sus puertas de noche para ofrecer visitas nocturnas únicas. Si coincide con tu estancia, no te lo pierdas.

El Prado… ¿de fiesta?

Vale, sabías que podías entrar gratis. Pero lo que quizás no sabías es que el Museo del Prado se ha soltado la melena y ha empezado a organizar fiestones culturales en horario nocturno. Sí, has leído bien: arte, DJs y vibes nocturnas… todo dentro del museo más clásico de Madrid. Bienvenidos a «El Prado de noche».

 

Cuadros, DJs y copitas discretas

Cada primer sábado de mes, el museo abre sus puertas de 20:30 a 00:30. Pero no como lo conoces: las luces bajan, la música sube, y los cuadros te miran raro. ¿El plan? Visitar exposiciones top mientras un DJ (sí, uno real) pincha música en la Sala de las Musas. La última sesión la montaron con Radio 3.

Personas bailando y charlando en una fiesta dentro de una sala del Museo del Prado, con luces de neón.
Luces, música y arte: cuando el museo se transforma en experiencia.

Madrid no para; el Prado tampoco. Y tú, ¿sigues el ritmo?

C. del Pez, 1, Centro, 28004 Madrid
Tel: +34 917 65 79 67
Whatsapp: +34 679 12 35 82