EL PRADO NO IBA A SER UN MUSEO (PERO SE LE FUE DE LAS MANOS A LA MONARQUÍA)
Madrid, 1819, Calle Ruiz de Alarcón. En lo que hoy es la milla de oro del arte europeo, un edificio monumental se levanta como si supiera que su destino va a ser épico. Pero lo que pocos saben es que el Museo del Prado nació con vocación científica… y acabó convirtiéndose en una de las pinacotecas más importantes del planeta casi por accidente.